DADÁ.

ANTECEDENTES

INTRODUCCIÓN

Cuando estalla la Primera Guerra Mundial, las vanguardias artísticas ya habían desarrollado sus principales características:

-La ruptura con los antiguos medios de vida corre paralela a la separación de la tradición figurativa del Renacimiento.

-El triunfo del Manifiesto comunista en Rusia, que da pie a que un grupo de artistas se plantee el cambio estético de manera muy diferente al de los países capitalistas.

-La lucha contra lo que se considera la amenaza comunista y crisis de los comportamientos burgueses tradicionales, que se manifiesta en el desarrollo de nuevos sistemas de alianza y en la diversidad de tendencias pláticas en Europa y EEUU. El Clima de crisis y decepción vivida en Alemania propicia la aparición del Expresionismo, con sus colores violentos y sus temas de soledad y de miseria.

-El incremento de los medios productivos de la década de los “felices 20”, que hace pensar en la posibilidad de un arte ligado a la industria y con el cual se atiendan las necesidades colectivas. Esto puede dar origen a la búsqueda de formas geométricas como las del Neoplasticismo.

-Reacciones sociales ante la crisis económica y moral de la Primera Guerra Mundial: que propiciarán la aparición de grupos artísticos con carácter de protesta: DADÁ que valora el azar, y SURREALISMO, que se consagra al subconsciente y a la fantasía.

DADÁ

Después de la Primera Guerra Mundial, en muchos artistas se pone de manifiesto el deseo de expresar su rechazo hacia los sistemas de alianzas y la carrera de armamento que condujo a la Gran Guerra. Rechazo de la lógica cotidiana, amor por el absurdo y abandono de las manifestaciones políticas, son las características más señaladas de este movimiento.

                                                 "La Fuente". Marcel Duchamp. 1917

Dispersión geográfica

La Primera Guerra Mundial separó los grupos de pintores que se habían formado en París, Munich  o Milán. En 1916 algunos artistas se refugiaron en Zurich (ciudad neutral) en el Café Voltaire. Allí se encontraron desertores, emigrados políticos, agentes secretos, exiliados y hombres de negocios. También había artistas y poetas, entre otros, los poetas Tristán Tzara (1896-1963) y Marcel Janco (1895-1984), el pintor Hans Arp (1887-1966) y Hugo Ball (1886-1953).

Son disconformes, se inspiran en el Futurismo, usan ruidos, música pero se diferencian de sus antecesores italianos en el rechazo de la política y la guerra.

La guerra había puesto en crisis todos los valores de la cultura internacional, entre ellos, el arte. Entonces los dadaístas que rechazaban el belicismo y sus consecuencias, hallaron el absurdo y la incoherencia como único modo de reacción ante el caos y ante la destrucción.

Al acabar el gran conflicto, el grupo de Zurich se dispersa y sus ideas se propagan por el mundo: Picabia estuvo en EEUU en contacto con Duchamp y ManRay, convirtiéndose en lazo de unión entre el Dadaísmo suizo, el alemán, el francés y el norteamericano.

Actividades artísticas

Entre las actividades de los dadaístas había algunas que ya habían sido utilizadas por las demás vanguardias, como el gusto por la sorpresa, la polémica, el escándalo y la experimentación; y otras completamente nuevas, como la agresión, la violencia, los insultos y el humor. En suma: LA PROVOCACIÓN. Más que hacer obras, los dadaístas fabrican objetos cuyo interés radica en su significado polémico, en la audacia de su presencia explosiva entre verdaderas obras de arte.

Sus manifestaciones eran desordenadas y absurdas, provocaban a sus espectadores con actos teatrales y musicales y con violentas manifestaciones públicas.

En 1923, el grupo se disolvió como consecuencia de un gran desgaste, la actitud de negar el arte, conllevaba negar el mismo Dadá.